Mientras escucho a sabina me vienen a la memoria viejos cuentos de amor. El amor, esa bendita forma de embriagarse y drogarse sin necesidad de destilados, fermentados ni químicos.
Desde que le soltamos la teta a nuestra adorada madre que andamos buscando otro pezón al cual pegarnos. Creamos cánones de mujeres para que duerman sobre nuestro pecho con sus suaves y delicadas piernas entrelazadas con las nuestras. Entre estrategias de conquista y piropos, galanes de medio tiempo, derrochamos creatividad en conseguir ese sabroso sudor que queda luego de una agitada sacudida horizontal.
No todos cuentan con el mismo bagaje y la misma capacidad de obtener sus logros. Eso ocurre en todo orden de cosas, y en esto de los amores la tendencia no es muy distinta. Estoy por cumplir la mitad de mi vida y mi prontuario amoroso deja bastante que desear. Desde el pendejo soñador que fisgoneaba desde la esquina hasta el viejo verde canchero que engrupe a la lolita con historias medio inventadas medio prestadas pero que en primera persona suenan extraordinariamente convincentes.
Si quisiera podría escribir de a lo menos tres primeros amores y otro sinnúmeros de amores de mi vida, pero no tengo tiempo para tanta autosatisfacción sexual (paja) la idea de esta composición era, y es por lo demás, hablar del gran amor de mi vida, y si de eso necesito conversarles es que tengo que remontarme al primero de mis primeros amores. Una chica hermosa que hoy por hoy está felizmente casada con tres hermosos hijos y a la que dejaba irse temprano para poder irme de vuelo a mi casa a escuchar el partido por la radio.
Para recordar al gran amor de mi vida necesito recordar a una linda pelirroja de Chillán a la que sutilmente invitaba a tomar once al mall en un restaurante donde, curiosamente, transmitía el partido o a la que iba a dejar temprano al terminal de buses para irme desde el mismo rodoviario a la cancha.
Al hablar del Gran amor de mi vida necesito relatar la anécdota de la rubia que me exigió estar con ella el día de su cumpleaños y a la que le dije: “ lo siento pero hoy día juega la U”. La misma que se vengaba, luego de su divorcio echándome de su cama y de su casa cada vez que la luna no le mostraba su cráter favorito. Y desde el mismo paradero 22 y medio de la gran avenida tomaba la 611 rumbo al nacional.
Si pudiera poner a todos mis amores frente de mi se me complicaría su resto saber cual es el gran amor de mi vida.. si es que al gran amor de mi vida le pudiera poner polleras. Pero ese es el secreto que celosamente me he negado a guarda y el que secretamente divulgo a toda voz.
“Pero que hermosas eran” dice sabina en una de sus mejores composiciones. Lo mismo me atrevo a decir yo sin perder de vista la premisa básica de que las mujeres por naturaleza genética son hermosas y deliciosas, pero que sin embargo, y sin transar en lo más mínimo en ninguna de mis hormonas, el más grande de mis amores nunca fue una mujer.
El gran amor de mi vida era y es el que me consuela cada vez que llego al tablón con alguna pena y me susurra a gritos en el oído que solo a él lo llevo en el corazón, que es mi vida entera y lo que más quiero. Y yo le digo a pesar de todo estaré ahí, que es mi Dios mi droga mis alegrías y mi consuelo. El gran amor de mi vida es aquel que nunca me a pedido menos que Todo.
Pero que hermosas eran, pero que hermosas son. Mi vida ha tomado tantas curvas como amores he tenido, pero el gran amor de mi vida sigue siendo fiel en el llanto amargo y en el sollozo alegre y está ahí a pesar de todo.
A esta hora, y con casi una botella de ron en el cuerpo no es mucho más lo que puedo concluir. Me toco tomar un par de curvas subiendo hacia la playa y desde ahí me di cuenta que no he avanzado mucho desde el primero de mis primeros amores. Estoy casi en el mismo lugar pero con muchos cuentos que contar. Y entre las cosas que me enorgullezco de contar es que el gran amor de mi vida sigue sobreviviendo a mi propia vida sigue sobreviviendo a todos los demás amores y seguirá sobreviviendo luego que termine de dar la última curva que me ha tocado tomar.
Si bien es cierto no me quejo de lo que me ha tocado vivir, creo que podría y puede ser siempre mejor. Me toco detenerme un segundo en el camino a aproveché la detención para ver que de verdad siempre será mejor mientras tenga a mi lado al Gran Amor de Mi Vida: “Mi bullanguera Pasión”
Aguante la U, que nada ni nadie me aleje de ti.
jueves, 30 de agosto de 2007
miércoles, 1 de agosto de 2007
IR MAS ALLA DEL HORIZONTE
Ir más allá del horizonte
El horizonte es donde termina nuestro campo visual. Hasta donde podemos mirar y hasta donde nos dan seguridad de lo que vamos a encontrar.
Ir más allá del horizonte es soñar con las cosas que lógicamente no se podrán encontrar, las quimeras que están en el fondo de nuestra ilusión, las que todo el mundo racional nos niega, pero que nosotros nos negamos a abandonar.
Ir más allá del horizonte es perseguir ese ideal del corazón. Esa utopía vana que solo nosotros albergamos y por la que estamos dispuestos a dar todo.
Y el sendero continuar a pesar de no saber que es lo que hay detrás.
Solo los grandes se han atrevido a ir más allá del horizonte. Colón vio la tierra más allá del horizonte, galileo, vio las estrellas más allá del horizonte.
Es la senda y el sendero de los grandes revolucionarios quienes no se quedaron a vivir dentro de su campo visual, que continuaron más allá de su capacidad de exploración.
Ir más allá del horizonte es la porfía nuestra. La porfía de los soñadores de los 80 que siempre aspiramos a un gran equipo y una gran institución y nunca claudicamos en esa búsqueda, continuamos el sendero más allá del horizonte y no fue fácil, por que nadie a dicho que esto es fácil.
Ser un revolucionario tiene sus costos. Ser un soñador, un romántico tiene sus sacrificios y quienes queremos ir más allá del horizonte lo sabemos.
En el camino quedarán los más débiles. Tal vez quienes cuyos sueños no eran tan importantes. En la orilla del sendero habrá cientos de cadáveres, de medios soñadores, de medios sueños.
Yo asumo la responsabilidad de ir más allá del horizonte. Yo asumo la responsabilidad de luchar por mis sueños y continuar el sendero.
A veces las fuerzas me flaquean, pero el desnudo de Mujer me recuerda que voy a llegar a brindar con mis camaradas por la Universidad y después que brinde con ellos levantaré la cabeza para ir nuevamente más allá de horizonte y el sendero continuar.
Saludos de un santiaguino, romántico bohemio y viajero.
p.d: creo q mi silencio.. complice y la opción que tome.. es para no hacerle daño a gente buena..
en esto estoy solo.. prefiero estar solo.. y salir de la nebulosa q me encuentro tb solo.
El horizonte es donde termina nuestro campo visual. Hasta donde podemos mirar y hasta donde nos dan seguridad de lo que vamos a encontrar.
Ir más allá del horizonte es soñar con las cosas que lógicamente no se podrán encontrar, las quimeras que están en el fondo de nuestra ilusión, las que todo el mundo racional nos niega, pero que nosotros nos negamos a abandonar.
Ir más allá del horizonte es perseguir ese ideal del corazón. Esa utopía vana que solo nosotros albergamos y por la que estamos dispuestos a dar todo.
Y el sendero continuar a pesar de no saber que es lo que hay detrás.
Solo los grandes se han atrevido a ir más allá del horizonte. Colón vio la tierra más allá del horizonte, galileo, vio las estrellas más allá del horizonte.
Es la senda y el sendero de los grandes revolucionarios quienes no se quedaron a vivir dentro de su campo visual, que continuaron más allá de su capacidad de exploración.
Ir más allá del horizonte es la porfía nuestra. La porfía de los soñadores de los 80 que siempre aspiramos a un gran equipo y una gran institución y nunca claudicamos en esa búsqueda, continuamos el sendero más allá del horizonte y no fue fácil, por que nadie a dicho que esto es fácil.
Ser un revolucionario tiene sus costos. Ser un soñador, un romántico tiene sus sacrificios y quienes queremos ir más allá del horizonte lo sabemos.
En el camino quedarán los más débiles. Tal vez quienes cuyos sueños no eran tan importantes. En la orilla del sendero habrá cientos de cadáveres, de medios soñadores, de medios sueños.
Yo asumo la responsabilidad de ir más allá del horizonte. Yo asumo la responsabilidad de luchar por mis sueños y continuar el sendero.
A veces las fuerzas me flaquean, pero el desnudo de Mujer me recuerda que voy a llegar a brindar con mis camaradas por la Universidad y después que brinde con ellos levantaré la cabeza para ir nuevamente más allá de horizonte y el sendero continuar.
Saludos de un santiaguino, romántico bohemio y viajero.
p.d: creo q mi silencio.. complice y la opción que tome.. es para no hacerle daño a gente buena..
en esto estoy solo.. prefiero estar solo.. y salir de la nebulosa q me encuentro tb solo.
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